La silla dorada y el escaño

"De los tugurios de los artesanos -que, en este aspecto, son como centros
escolares de los que uno sale más instruido- he intentado sacar lo mejor que
puede saborear el paladar de los curiosos y -lo que es de mayor importanciasuministrar
precauciones médicas, tanto curativas como preventivas, en relación
a las enfermedades que suelen aquejar a los artesanos. Y así, el médico, cuando
entre en casa a atender a un paciente de baja condición social, no le tome el
pulso en cuanto llegue -como suele hacerse por lo general, que ni siquiera se le
hace acostar al enfermo- ni delibere qué determinación hay que adoptar
estando de pie, jugando con tanta irreflexión con el pellejo humano; sino que
tenga a bien , como juez, tomar asiento, ya que no en silla dorada - como es
costumbre en la morada de los magnates- sí, al menos, en un vulgar escaño o en
una banqueta y, con rostro risueño, comience a hacer preguntas al paciente y
trate de descubrir todo lo que exige".
B. Ramazzini
Módena, 1700

"El trabajo y la salud - Reflexiones teórico-metodológicas, monitoreo epidemiológico, atención básica de la salud".
Oscar F. Betancourt , México, D.F. Marzo 1995.

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